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Plantas de mi vida

Cuidados y enfermedades de la calabaza

Los cuidados más sencillos
El riego es importante para el correcto crecimiento de nuestra hortaliza; sin embargo, es preferible regar alrededor del vegetal o por goteo, ya que el agua directa sobre el vegetal o el fruto produciría podredumbre. Aunque la calabaza no es excesivamente exigente en nutrientes, la cultivaremos en un terreno fértil y añadiremos abono natural para su desarrollo óptimo.

La recolección tiene lugar durante el otoño, cuando el fruto ha madurado, ha alcanzado su tamaño máximo y la piel está completamente endurecida. Es importante retirarlo de la planta antes de que comiencen las primeras heladas; lo conservaremos en el interior en un lugar fresco.

Combate las enfermedades y plagas
Uno de los hongos que suele padecer la calabacera es el oidio, que hará que las hojas se marchiten; para evitarlo aplicaremos fungicidas específicos. El mildíu es otra enfermedad bastante común; lo evitaremos garantizando la buena ventilación del vegetal.

En cuanto a las plagas que aparecerán destacan el pulgón negro, que combatiremos con agua jabonosa, y la araña roja, que seca las hojas y que eliminaremos mediante un acaricida. Asimismo, no olvidaremos eliminar regularmente la maleza, que resta nutrientes a la planta y que entorpece la prevención contra las enfermedades.

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