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Plantas de mi vida

Problemas y cultivo de la drácena

Posibles problemas
Suelen presentar pocos si mantenemos unos cuidados mínimos. Uno de los más frecuentes es que las hojas comiencen a amarillear. Esto significa que estamos regando demasiado o que dispone de escasa luminosidad. Debemos reducir el riego y trasladarla a un lugar en el que disponga de más luz.

Las plagas más comunes de una drácena son la araña roja y la cochinilla. Si nuestra drácena se ve afectada por la arañaroja ,debemos fumigar con un producto especial para este insecto. En el caso de la cochinilla, un remedio muy útil es limpiar sus hojas con un algodón impregnado en alcohol, eliminando los posibles habitantes.

Multiplicación
Es muy fácil obtener nuevos ejemplares a partir de esquejes del tronco o los tallos, éstos deben tener de 8 a 10 cm. de longitud. Aplicaremos hormonas de enraizamiento en la parte que quedará enterrada en la tierra, cuya composición será de arena y turba a partes iguales. Regaremos y cubriremos con un plástico transparente que retendrá la humedad, colocándolo en un lugar luminoso pero a la sombra.

Las estrellas de la familia
De todas las especies de drácenas que se comercializan las más famosas son: la drácena fragans massangeana, o tronco del brasil, y la drácena marginata bicolor. No es extraño que pueblen viveros y floristerías y menos aún contemplarlas en oficinas y todo tipo de hogares.

  • La drácena fragans massangeana es muy agradecida en su cultivo en interior, y habitará sin problemas, tanto en verano como en invierno, en ambientes secos, pues es muy adaptable a ellos. Con respecto a los cuidados, seguiremos las directrices marcadas para la generalidad de su especie. Existen variedades de hojas jaspeadas que suelen ser más delicadas, las cuales no debemos exponer a temperaturas por debajo de los 12º C.
  • La especie marginata, o drago de Madagascar, presenta en el borde de sus hojas un tono rojizo, es la llamada bicolor. Sin embargo, existe otra variedad aún más vistosa, denominada tricolor, cuyos bordes poseen, junto al rojo, una franja amarilla que le da un toque aún más exótico.

Si aún no disfrutas de una, resulta una planta muy recomendable; las drácenas requieren pocos cuidados, pero siempre se verán espectaculares.

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