Blogia
Plantas de mi vida

El maíz, de México a tu huerto

Un huerto compuesto por una variedad amplia de cultivos nos da la posibilidad de preparar diversos platos diferentes, todos ellos con los ingredientes más saludables. Si deseamos incorporar un elemento diferente de los más tradicionales, una buena opción es incorporar maíz. El zea mays, de la familia de las gramíneas, posee un tallo que puede alcanzar los cuatro metros de altura y hojas alargadas y afiladas. Su fruto, la mazorca, está formado por multitud de pequeños granos muy juntos que serán un alimento delicioso tanto para consumirlo fresco en ensaladas como para asarlo.

El origen del maíz no se conoce a ciencia cierta, aunque se cree que se cultiva desde hace más de 7.000 años en México. Formaba parte indispensable de la dieta de civilizaciones como la azteca o la maya, en la que se consideraba como un regalo de los dioses. Miles de años más tarde su cultivo se extendería por Europa y el resto del mundo.

Cultivo en primavera
El cultivo del maíz se realiza mediante semillas. Para su correcto desarrollo esta hortaliza necesita ubicarse en un lugar luminoso, con temperaturas templadas, de unos 25 grados, algo menos para la germinación de la semilla, que se producirá unos diez días después de la plantación. Por ello, en climas templados las semillas germinan bien si se plantan directamente en el exterior a principio de la primavera, pero en climas fríos lo realizaremos en el interior y cuando haya pasado el riesgo de heladas lo trasladaremos al terreno definitivo del huerto.

El maíz se desarrolla bien en casi todo tipo de suelos, aunque los más indicados son aquellos ligeramente ácidos. También ha de tener un buen drenaje para evitar los encharcamientos y ser rico en materia orgánica, lo que garantizará que sus necesidades minerales estén cubiertas. Las semillas se situarán a una profundidad de unos 5 cm. con una separación entre ellas de cerca de 1 m.

Pearl Overseas

Revista de hogar

Todo sobre plantas  

0 comentarios