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Plantas de mi vida

Bonsáis: El manzano

El género Malus pertenece a la familia de las Rosáceas y es difícil saber el número de especies que lo componen debido a la gran cantidad de híbridos naturales y variedades obtenidas por el hombre mediante la selección a lo largo de miles de años. A modo de ejemplo, el manzano de cultivo o jardín (Malus pumila Mill, Malus domestica Borkh, Pyrus malus L.) posee más de mil variedades.

Las principales características del género Malus son: tamaño pequeño (2 metros) o mediano (10 a 12 metros); hoja caduca, dentada, simple y alterna; con abundantes flores, en pequeñas inflorescencias, de una amplia gama de colores que van del blanco al rosa e incluso de tonos rojos. En algunas ocasiones están perfumadas. Poseen falsos frutos llamados manzanas o pomos, de colores diversos, desde el amarillo hasta el rojo, pasando por el verde.

Las especies más conocidas de este género suelen pertenecer a variedades de manzano de jardín o cultivo (Malus pumila Mill; Malus domestica Borkh o Pyrus malus L.) y las más frecuentes para su cultivo como bonsái son:

  • Malus almeg,
  • Malus elegi,
  • Malus everest,
  • Malus florentina.
  • Malus Kaido.
  • Malus x micromalus.
  • Malus orientalis Uglitzk.
  • Malus prunifolia (Willd.) Borkh.
  • Malus robusta.
  • Malus skkimensis.
  • Malus toringo o Malus sieboldii.
  • Malus toringoides.
  • Manzano chino de Hall (Malus halliana).
  • Manzano chino de Hupeh (Malus hupehensis).
  • Manzano floribundo del Japón (Malus floribunda).
  • Manzano rojo (Malus x purpurea. (Barbier) Rehder o Malus floribinda var. purpurea Barbier).
  • Manzano de Sargent (Malus toringo var. sargentii).
  • Manzano silvestre de Siberia (Malus baccata (L.) Borkh.).
  • Manzano silvestre europeo (Malus sylvestris (L.) MIll o Pyrus malus var. sylvestris L.).

El origen del género Malus es desconocido y es posible que se encuentre en Asia y/o Europa. Algunos autores lo sitúan con mayor probabilidad en las montañas de Asia.

Los manzanos son árboles caducos que prefieren los valles frescos y fértiles de climas templados y húmedos. Su cultivo como bonsái está muy extendido y sus atractivos más valorados entre los aficionados son, después del Prunus, sus flores y sus frutos. Es bastante resistente y de crecimiento rápido, lo que le hace adecuado para principiantes como un entrenamiento para especies más complicadas.

Dónde lo colocamos
Nos decantaremos por un lugar exterior a pleno sol durante todo el año, pero evitando las exposiciones prolongadas durante la época más calurosa y especialmente después del trasplante, etapa durante la cual deberá situarse en una ubicación muy bien iluminada pero sin sol directo, para que pueda mantener las raíces con la tierra fresca.

En invierno ha de protegerse del viento frío y de las heladas fuertes, especialmente de las tardías, a pesar de lo cual necesita pasar el frío invernal para sentir el paso de las estaciones, crecer sano e incluso provocar el despertar de las yemas en reposo. Hay que tener cuidado con unas condiciones ambientales demasiado cálidas, ya que pueden provocar que se adelante la floración o incluso la disminución del número de flores.

El riego y el abono
Los riegos deben ser a fondo hasta que salga agua por los agujeros de drenaje y cuando la superficie de la tierra comienza a secarse, evitando tanto el encharcamiento permanente de la tierra como dejarla totalmente seca. En el caso de que se marchite por falta de agua, podemos recuperarlo si actuamos rápidamente y lo regamos por inmersión en un cubo hasta que se empape bien toda la tierra.

No hay que pulverizar sus hojas ya que podríamos provocar la aparición de oídio. Hemos de abonar con frecuencia con un fertilizante orgánico de calidad, especialmente durante la época de crecimiento vigoroso (primavera y otoño); y reducir el abono en las épocas en las que detiene su crecimiento (invierno y épocas de máximo calor), pero sin olvidar que un exceso puede reducir la floración o malograr los frutos.

En ningún caso abonaremos un árbol trasplantado (hay que esperar a que brote) ni regaremos un árbol cultivado en el exterior después de una helada o cuando haya riesgo de ellas.

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