Un arco de rosas, una pérgola, dan espacio para las trepadoras. Saber juntarlas todas puede dar un aire precioso al jardín. Debes sembrarlas y podrás disfrutarlas en verano y otoño.
Se puede poner un tipo de planta que florezca al lado de un arbusto cercano. Lo importante es que la trepadora no sea un obstáculo para el paso de la luz. También los setos servirán. Otro recurso es el jazmín.
Las prímulas son bellas flores que resisten el frío aunque son vulnerables al hielo. Prefieren las zonas con sombra. Necesitan que se las riegue mucho ya que necesitan mucha agua.
El sol puede secar las hojas y provocar enfermedades, incluso puede producir quemaduras. Además de al sol, también tiene a las plagas como enemigas. La mejor estación para plantarlas es el invierno.
Las plantas son un gran complemento para la zona de trabajo. Es bueno darle un toque natural a la estancia. Debemos pensar en que función van a cumplir las plantas. Las cintas o drácenas limpian el aire. El bonsái le da un aire tropical y alegre a la estancia.
Además sirve para separar los espacios de una forma armoniosa. Se puede probar con plantas trepadoras como la hedera. Otra opción es la de las crasas, que dan alegría a la estancia. La cuestión es naturalizar un lugar donde pasaremos mucho tiempo.
Su nombre científico es Lantana camara y es un arbusto originario de Brasil. Tiene hojas elípticas, de color verde y dentadas. Las flores son pequeñas, de color rojo, amarillo o blanco. Tiene alcanzar dos metros de altura. El proceso de floración es abundante y dura varios meses. Los frutos inmaduros son tóxicos y provocan debilidad muscular y dificultad respiratoria.
Cuidados:
El abono se hace a finales de verano o en otoño. No es recomendable abonar con temperaturas cálidas. Es un arbusto resistente a la sequía y no necesita muchos cuidados. Pero necesita mucha luz para que sus flores florezcan. Se debe cuidar en el interior de la casa, ya que no aguanta a menos de 5º. La multiplicación se hace mediante semillas de lantana que se deben plantar a una temperatura templada.
Se suele utilizar para curar heridas en la piel, o para dolencias físicas. Tiene propiedades estimulantes sobre el corazón. También es recomendable para combatir el estrés y favorece el sueño.
El agua que se suministra a las plantas debes ser la necesaria en relación con sus características. Se debe hacer con la debida frecuencia. Es importante evitar los riegos excesivos. El riego también debe adaptarse a las variaciones climáticas, para no desperdiciar el agua. Dependiendo de la época del año, la frecuencia y la dosis varían.
Los sistemas de riego más adecuados son por goteo ya que de esta manera se ahorra agua.
Si se utiliza el riego por aspersión, hay que dimensionar de manera correcta el sistema de tubería y aspersores. La regadera es la más usada u la más recomendable. La manguera es la menos conveniente.
Para disminuir el consumo de agua, hay que saber que el riego es necesario cada 4 o 7 días en verano y aún menos en invierno, entre 10 y 14 días. Cuando hay a pensa viento y después de una lluvia, la frecuencia disminuye aun más.
El césped sintético no necesita ser regado y tiene muy buena aceptación, aunque hay que limpiarlo de vez en cuando, por el polvo.
Las flores ya florecen, antes de la estación primaveral, aunque parecía poco probable debido a las bajas temperaturas. Entre las plantas que se adelantan están los tulipanes, las camelias, la mimosa, narcisos, entre otros.
Son muy convenientes para adornar el jardín. Pero hay que saber que si no se les cuida debidamente no florecerán tarde. El abonado de la especie se realiza dos semanas antes de su auge. También se están demasiado cerca a la larga envejecen con mayor rapidez. Hay que tener en cuenta que ciertas flores son muy voluminosas, con ramas largas. Debe haber cierta distancia entre éstas.
Con la llegada de la primavera cambia el clima y hay que ir regando las plantas constantemente.
La camelia es la flor prematura por excelencia. Es muy resistente al cambio de las temperaturas. Además aporta mucho color al jardín.
Existen más de 2000 especies distintas de cactus. Como ya sabemos, son muy dependientes del sol, pueden soportar temperaturas muy elevadas.
En cuanto al cuidado del cactus en casa, es muy importante regarlo con agua de lluvia o con agua hervida. La tierra de sus raíces no debe secarse nunca. Sin embargo, tampoco soportan el exceso de agua. Es preferible sacarlo de vez en cuando para ver si sus extremos están húmedos.
El cactus en el interior de la casa puede aguatar sin agua durante un periodo de tiempo muy largo. El empleo de abonos de cactus es imprescindible y hay que hacerlo con largueza. Por otra parte, una razón por la que no florecen es el invierno demasiado caluroso. Los parásitos de los que hay que cuidarlos son el pulgón o la cochinilla.